My World Vision
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"Días de escuela"
Allá, donde de vez en cuando resido, en un lugar lejano, deshabitado, en una fábrica abandonada aislada del mundanal ruido, he encontrado una historia bonita, unos amigos y de paso, yo mismo me estoy encontrando...
Cada mañana me levanto con el olor a cerámica de los ladrillos que salen del horno recién cocidos, el humo blanco de las fábricas en esa zona de La Sagra hacen que cada amanecer tenga magia, sea algo distinto. Noto una paz inmensa al respirar, me gusta, me hace de alguna manera pensar, me miro por dentro y encuentro algo que no se explicar y me encanta, algo bonito. Sé que estoy haciendo lo correcto. A veces pienso que la felicidad, si quieres, la puedes encontrar en cualquier lugar mundo, en cualquier sitio, por muy dura que sea la realidad que estés viviendo.
Y así, cada día que me marcho a trabajar temprano y salgo de esa fábrica abandonada que es ahora la que hace de mi dulce hogar, me encuentro con Yosra que viene por un camino de tierra que une las granjas de animales próximas con un camino rural mal asfaltado lleno de baches y grietas. Yosra camina unos cuantos kilómetros todos los días para acercar a sus hijos Norden, Nabila y Haman a un lugar en mitad del campo donde un autocar de un pequeño pueblo cercano cambia su ruta para recogerlos y llevarlos al colegio.
Desde un principio me pareció una bonita historia para contar, no se por que, yo soy así, encuentro la belleza en cualquier situación, en cualquier lugar. El caso es que al pasar siempre los observaba, veía a la familia hablando, sonriendo, dándose besos, abrazos, jugando y despidiéndose cuando el autocar se acercaba por ese camino de asfalto maltrecho. Con el tiempo, al verme pasar cada día por el mismo camino, nos saludábamos alzando la mano, sonriendo. Así fue como nos hicimos amigos.
Hoy he parado, les he hecho una fotografía, Yosra, por algo relacionado con su cultura, tradiciones y quizá por el pudor que algunas mujeres árabes tienen hacia una cámara fotográfica, quería estar junto a sus hijos pero mirando hacia otro lado y yo, por supuesto, la he respetado. Luego hemos hablado un buen rato, me han pedido que vaya a visitarlos a su casa, al lado de las granjas, en mitad del campo al final del camino, me han invitado a echar un vistazo a sus vidas y yo, de muy buen grado, he aceptado. Lo haré, la palabras en este lugar del mundo nunca se las lleva el viento, el viento es un aliado.
He pensado que a sus niños les llevaré un pequeño regalo para el cole y a Yosra algo que no se espera, algo inesperado, algo que nunca olvidará...
Hay un lugar, en mitad de la nada, donde la vida, a pesar de todo, es muy bonita, es preciosa.
My World Vision: La felicidad en cualquier lado...
Continuará...
Y yo, mientras tanto, escribo mi vida en esta especie de diario, fotografías, relatos, amigos y el lado mas bonito de todos los lados.
Me siento feliz y muy vivo por lo que hago.
Vivo a diario.
Carlos Infante Luna.
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