jueves, 12 de octubre de 2023

My World Vision -AroundTheWorld- INDIA -New Delhi- -Railway Station- Anali&Sarayu MoOn Carlos Infante Luna



My World Vision
-AroundTheWorld-

INDIA
-New Delhi-

-Railway Station-

Anali&Sarayu


Un pendiente en el suelo parece haber perdido a su dueño, lo recojo, observo y se lo regalo a Sarayu que tímida lo acepta, no sin antes mirar a su hermana mayor, Anali, para que ésta le dé su aprobación, su visto bueno. 

Anali cuida de Sarayu en el andén número dieciocho de la Railway Station de Delhi.

Mientras tanto, su hermano mayor, Iham, vigila el equipaje y Vanisha, la hermana mediana, come, sentada en el suelo, el arroz que acaba de preparar su madre en una pequeña cocinilla de gas. Papá no está, se ha marchado para informarse de cuando llegará, de una vez por todas, su tren; es un largo viaje, una espera interminable.

Me siento con la familia para, desde una posición más relajada, ver que sucede por los distintos rincones la estación. Es muy divertido. Aquí la vida corre a otro ritmo. Se suceden mil escenas interesantes, no paro de captar momentos que llaman mi atención.

En India nunca se sabe cuando llega tu tren, jamás sabes si podrás llegar a cogerlo o perderlo, suele ser un caos total; a veces me ha pasado perder un tren porque se ha adelantado al horario previsto.

Con la familia hago buena amistad, aquí es muy fácil que sea así; la gente es comunicativa, amable, muy abierta. Juego con los niños, les dejo la cámara para que hagan fotos; es interesante lo curiosos y listos que son, aprenden rápido; me gusta la manera de mirar que tienen, se fijan en detalles que a mi me pasan desapercibidos, se lo aplaudo y sus sonrisas de satisfacción por el trabajo bien hecho son muy hermosas.

Por fin llega su tren, lo hace en una vía distinta a la esperada, todos nos vamos corriendo con el equipaje, bolsas de mala calidad que se abren, se rompen, se caen..., llegamos por los pelos, sofocados, sudando a mares pero contentos por haberlo conseguido.

Antes de partir, Anali, desde las escaleras de entrada al tren, me regala su pulsera de mil colores, una mirada que me llega al alma y una sonrisa preciosa, cariñosa, tan sincera que se me saltan las lágrimas.

Puede que no sea mucho pero, a mi, estas pequeñas historias me dan tanto que tan solo por vivirlas sé que merece la pena aventurarme, viajar, soñar...

Quizás también tenga algo que ver el haber perdido demasiados trenes por esperar en un andén que no es, que nunca es, que siempre está equivocado.



A mi familia de Delhi.




                                                                                                            MoOn

                                                                                                 Carlos Infante Luna

No hay comentarios:

Publicar un comentario