Hoy amanece de una forma distinta, especial; he dormido muy bien aunque no demasiado.
Tuve un sueño precioso, soñaba contigo; imaginaba cómo sería si pudiera ser..., si pudiera ser algo.
El sol del verano entra cálido y anaranjado por la ventana de mi escritorio, aún no calienta demasiado, su luz me da mucha paz, la serenidad necesaria para no pensar. No tengo prisa, te sigo soñando despierto. Hacía tiempo que no me sentía así, feliz sin nada.
Try, mi gatilla, se mantiene al lado de la ventana, estática y curiosa, lo mira todo, observa con detalle los muros del Castillo de enfrente, escucha atenta como la comunidad de pajarillos que vive en los árboles que crecen aquí abajo le canta al nuevo día. En este instante solo pienso en la suerte que tengo de estar vivo, de vivir todo esto, de sentir lo que siento.
El café solo, sin azúcar, está ardiendo, me gusta así, en sorbos calientes, muy pequeños, despacio, todo muy despacio.
Hoy mi Fender suena excepcional, bien, dulce, suave, se confunde con el silencio..., me gusta el sonido que tengo de fondo..., esta mañana he decidido dejar la púa a un lado y tocar con los dedos, arpegiar improvisando a ver que sale...; y, en realidad, es otra cosa, me gusta, disfruto de ésta otra sensación, es otro sentimiento.
El verano va a ser largo, lo sé, lo presiento.
Tengo mariposas en el estómago, revolotean en mi interior desde hace tiempo. No puedo hacer nada. He decidido dejarlas. Es mejor que vuelen. Las he visto sonreír y su sonrisa es preciosa. Me gusta verlas felices, libres, a su aire...
Yo sé que tarde o temprano encontraran su espacio, un buen lugar; no hay prisa, la felicidad nunca se puede forzar.
Todas las mariposas deben ser libres, tan solo necesitan volar...
My World Vision:
Mariposas.
Ellas son únicas, mágicas, alegres.
MoOn
Carlos Infante Luna

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