domingo, 29 de diciembre de 2024

My World Vision -AroundTheWorld- Collage "The Life" MoOn Carlos Infante Luna



My World Vision
-AroundTheWorld-

Collage

"La vida a la velocidad de las mariposas..."


Creo que esto que escribo hoy debo redactarlo desde el corazón, desde mi experiencia personal, tan sólo porque es desde ahí desde dónde me encuentro mejor, dónde me sale más verdad, más sentimiento, dónde soy más yo...



"La vida a la velocidad de las mariposas..."


El caso es que todo fue una casualidad, una bonita casualidad...

Yo, aquel día, que ya amenazaba con intentar ser verano, me dejé caer por allí, me presenté en ese taller de collages sin expectativas ninguna, bueno, lo mismo tenía alguna guardada, quizás una corazonada, es posible que la razón principal de por qué estaba yo allí ese día nunca jamás la diga, ahora, la verdad, creo que me daría un poco de vergüenza desvelarla; a veces uno se hace líos con la vida, se ilusiona y...; pero bueno yo soy así, quizá sueño demasiado, qué le voy a hacer..., lo hago por instinto, sin pensarlo, salgo a la calle y busco, siempre he pensado que tan sólo si me doy una vuelta por ahí es cuando realmente puede suceder algo, solo así es posible que de una vez por todas pueda encontrar eso que, con tanto anhelo, ando buscando... Quizás lo extraño de todo esto sea que yo casi nunca sé con exactitud lo que realmente quiero, me pierdo y muy pocas veces me encuentro, creo que así soy yo, así voy, así ando..., un pequeño desastre humano, siempre en la calle, dando vueltas por ahí, dando tumbos por el mundo..., buscando, siempre buscando algo sin saber qué...

Era una casa de campo acogedora, muy agradable, olía a corteza de árboles y a un pequeño jardín que despertaba somnoliento; a tarta de limón, a café recién hecho, a té y a verano fresco...; también olía a papel de revistas guardadas y a pegamentos varios. Se oía murmullo de mujeres hablando, risas y también a un perro enorme que intentaba jugar con todos, creo recordar que el nombre del animalito no estaba a la altura: "Flaco" o algo así.

Te acercaste a la puerta de entrada con un pantalón de peto muy ancho, una sonrisa enorme y ese grito alegre de: "Charlyyyyyy..." que, nunca te lo he dicho, pero que a mi me gusta tanto..., siento que me lo dices con verdad, con alegría, con encanto; es curioso como, a veces, con tan poco uno puede sentir tanto.

Hicimos un círculo y un juego para presentarnos. Entonces, calentamos, perdimos la vergüenza y todos nos hicimos amigos, así, sin darnos cuenta, como si nada...

"Nunca hay un collage malo...", fueron algunas de tus palabras. Y empezamos a dejarnos llevar, a elevarnos, a volar, a soñar...

Luego, en muy poco tiempo, que de eso trata también un poco todo esto, surgió la magia a través de las tijeras, los recortes, lo papeles, los colores, los olores, la naturaleza... Y así fue, en nada dejamos pegadito en un trozo de papel lo que somos, lo que sentimos, lo que queremos, lo que soñamos.

Si, creo recordar que fue más o menos así, en tan solo un momento dejamos ahí plasmado todo eso que, a veces, no sabemos u olvidamos que somos.

Que bonito fue todo aquello, que buen recuerdo guardo en mi interior. 

Creo que aquel día encontré una buena pista para, por ahí, seguir buscando...



Para Yolanda (y gracias a Rockitas) por hacerme soñar...

Yolandilla... que te quieroooooooo....!!!





Sobre este collage: 


"La vida a la velocidad de las mariposas..."

La vida quizás sea como ese niño que tiene un corazón con alas, ese crío que un día subió a su tren, un tren que se desliza a la velocidad de las mariposas. Yo sé, porque así lo he vivido, que a esa velocidad, ni deprisa, ni despacio, da tiempo a sentir la vida tal y como es, a esa velocidad puedes apreciar el viento, la brisa, los olores, los colores, los corazones, los besos, las caricias, el silencio, la ausencia del tiempo...

A veces, la inercia de la vida hace que, sin darnos cuenta, nos olvidemos de ese niño, nos invita a que bajemos de ese tren en marcha, dejemos de ser nosotros mismos y nos apeemos en ningún lado.

Sin embargo ese niño siempre nos espera con una sonrisa, nos envía besos desde la ventanilla de su tren para que de nuevo aceleremos un poquito el paso, nos subamos a el y con nuestro fuego, elevemos, en un globo mágico, su corazón alado. 

Y así, a la velocidad de las mariposas, ni deprisa ni despacio, en silencio, sigamos buscando, buscando nuestros sueños soñados...






                                                                                                                  MoOn

                                                                                                        Carlos Infante Luna

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