domingo, 19 de febrero de 2017

My World Vision-AroundTheWorld-SPAIN-Extremadura-Cáceres-Guijo de Santa Bárbara-NATURE-"Celebrar la vida"-Carlos Infante Luna-



My World Vision
-Around The World-

SPAIN

Extremadura

-Cáceres-
-Guijo de Santa Bárbara-

NATURE

"Celebrar la vida"


A veces el viaje, la vida te sorprende con situaciones totalmente inesperadas...

Ver parir a esta vaca su "pequeño" ternero fue una de las experiencias mas bonitas que me regaló esta aventura en la que me organicé un pequeño viaje por uno de los lugares mas alucinantes de Extremadura.

Era primera hora de la tarde, había aparcado a "Caracola" cerca del restaurante El Trabuquete, que  os recomiendo a todos, especialmente por el buen trato de sus dueños (siempre muy importante) y también por el tipo de clientes que se acercan por allí y que suelen ser deportistas, amigos y familias que buscan hacer una bonita ruta (fácil, se puede hacer con niños) que sale desde un camino natural que está a tan solo unos metros de la entrada del bar. Casi siempre suele haber muy buen rollo entre dueños y clientes, aparte, también tienen una excelente cocina. Su terraza, con vistas a la sierra, es una verdadera pasada, un balcón en plena naturaleza. 
Después de comer algo ligero me fui caminando hacia arriba, hacia lo mas alto de la sierra, siempre es mejor dejar la bajada para luego..., me metí entre el Arroyo Cerezo, El Gargantón y Gargantilla del hueco con mi cámara y a la vez que disfrutaba de ese precioso paisaje, hacía deporte y exploraba posibles localizaciones para hacer fotografía mas adelante respiraba un aire tan puro y tan agradable que no dejaba de darle gracias a la vida por estar allí en aquel momento.
Perdido por uno de aquellos caminos, empecé a oír un ruido extraño, caminé unos doscientos metros más, seguí ese sonido que aumentaba por momentos sus decibelios por otro camino anexo de piedra y barro que parecía ir hacia ningún lado y al asomarme a una cerca de piedra descubrí que ese extraño ruido era el mugir de una vaca que estaba pariendo. 
El espectáculo fue total, nunca lo había visto, me quedé paralizado y observando todos los detalles. La vaca me miraba entre mugidos de dolor y desesperación, yo tan solo me limité a hablarle con la voz mas dulce que tenía en esos momentos, intenté animarla y que no se sintiera incómoda con mi presencia, guardé la distancia necesaria y lo pasé mal. En realidad, estaba muy nervioso y no sabía que hacer. Cuando todo estaba casi a punto, menos mal que llegó José con su perro y la ayudó a parir tirando de las patas traseras del ternero. Me emocioné tanto que no pude contener algunas lágrimas. José sonreía y me daba palmadas en la espalda, ambos estábamos contentos. Con José, el vaquero, me acerqué a acariciar a la vaca y a su ternero, fue muy bonito, precioso, una experiencia inolvidable. Y allí pasamos, sentados en una piedra al sol, respirando el aire puro de la sierra y charlando sin parar, el resto de la tarde. Vimos como una madre cuidaba de su cría, la besaba, la lamía, como intentaba ponerse en pie una y otra vez, como no podía. Reímos mucho y disfrutamos de un día que jamás olvidaré, un día distinto a todos los demás. Cuando anocheció bajamos a tomar algo en El Trabuquete y celebramos con todos nuestros amigos el habernos conocido de esta manera, celebramos la vida...



My World Vision: Recorriendo Extremadura de una forma diferente...







                                                                                                 Carlos Infante Luna.

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