My World Vision
-AroundTheWorld-
INDIA
-Agra-
-Street Photography-
"La mirada de Priya"
Me levanto de noche, muy temprano. Me gusta salir a la calle con mi cámara un poco antes de que despierte la ciudad. Cuesta tirarse de la cama a esas horas pero a mi, personalmente, me merece la pena.
Tomo un café en el comedor vacío (a esas horas) del hotel y salgo a patear. La sensación siempre es buena porque todo lo que ocurre a mi alrededor es natural, no tiene filtros, puedo ver la vida tal y como es. La primera hora de la mañana tiene eso, es que como si todos los personajes de la calle aún estuviéramos en un sueño profundo del que, poco a poco, vamos despertando juntos.
En mi mochila llevo lo justo, un par de objetivos, agua, algunos regalillos para los niños y una libreta para apuntar lugares, nombres, historias, sensaciones...
No busco nada en concreto ni en especial, ni siquiera busco una gran imagen, para mi todas lo son. Es la vida real. Siento, muy dentro de mi, que esto que hago es simplemente mi fotografía en estado puro, lo siento al igual que siento en profundidad la vida, el olor, la luz, el color, la gente, su voz, las sonrisas, una simple caricia.
Me siento vivo y muy feliz. En cada viaje me aventuro a otro mundo, otra forma de relacionarme, otra manera de vivir; descubro la calle tal y como es y aprendo de la vida. Sobre todo, creo que se trata de eso, de aprender y encontrarme a mí mismo.
Hoy es domingo. Priya juega con un cubo de plástico que ha recogido de la obra que hay enfrente de su vivienda, una casa muy vieja; su hermano Yasín está al otro lado de la calle junto a un montón de arena; la abuela los vigila desde la entrada de una puerta que siempre permanece abierta. Una mujer joven, muy guapa, camina descalza, viene de recoger agua de una fuente que hay al final de la calle. He estado con ella antes, primero ha dejado que bebieran las vacas y luego ha llenado su cubo sin prisa, con calma y con una elegancia tan sensual como extraña para un simple cubo de agua. Ahora camina despacio y cargada, vuelve a casa. Priya, al principio, me mira extrañada, me estudia, observa el equipo, la mochila, la cámara y luego me sonríe, esa maravillosa sonrisa me mata...; poco después se va corriendo hacia la arena para jugar junto a su hermano. Hablo con la abuela, le enseño las fotos que les he hecho a sus nietos y antes de irme les dejo un par de bolígrafos, unos globos y todo mi cariño. Las caras de los niños se iluminan y el rostro de la abuela se vuelve precioso, sus ojos muestran gratitud y sus manos acarician las mías con un amor infinito. Me emociono, me emociono muchísimo.
Hoy es domingo, pero no es un domingo cualquiera.
My World Vision:
Pequeñas y sencillas historias de las calles de India.
MoOn
Carlos Infante Luna

No hay comentarios:
Publicar un comentario